Colombia sería la punta de lanza de una iniciativa de Estados Unidos para incentivar que compañías de ese país con presencia y producción en Asia comiencen procesos de relocalización en América Latina para aprovechar oportunidades de comercio con EE.UU. y la región.
Así lo manifestó Mauricio Claver-Carone, director del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. quien sostuvo que “Colombia es uno de los países que más interés ha mostrado en nuestra nueva iniciativa que lanzaremos pronto sobre el “Regreso a las Américas” que es parte de “América Crece”, con incentivos para poder repatriar y regresar a Estados Unidos y la región empresas norteamericanas establecidas en Asia que tras la pandemia se han dado cuenta que estar lejos de EE.UU. ha sido un costo de oportunidad”.
Claver-Carone afirmó que “tenemos una gran voluntad tanto política como corporativa en las empresas para relocalizarse en las Américas y tenemos que aprovechar esta oportunidad que sería muy importante”.
El anuncio, que incluirá un paquete de inversión de Estados Unidos en Colombia, se hará durante la visita que comenzarán este lunes el asesor de Seguridad Nacional de ese país, Robert O´Brien; el jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller; el director ejecutivo de la Corporación de Financiamiento Internacional de EE.UU. (DFC por sus siglás en inglés), Adam Boehler y el propio Claver-Carone.
Boehler, en una reunión convocada por la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia el miércoles pasado, sostuvo que “estamos interesados en invertir y al presidente (Iván) Duque lo vamos a ver pronto, para hablar de cómo se puede aumentar la inversión, cómo funcionaría eso y nosotros podemos tomar una acción más agresiva para trabajar juntos en una sociedad entre Colombia, DFC y otras agencias del gobierno de Estados Unidos”.
Un análisis de AmCham Colombia sobre el proceso de relocalización de empresas o nearshoring hacia Estados Unidos, identificó que Colombia puede atraer inversión de empresas estadounidenses localizadas en Asia de sectores como industria farmacéutica, manufacturas e insumos para calzado, prendas de vestir y textiles, industria automotriz, así como de alimentos y bebidas sobre las cuales EE.UU. quiere tener proveedores cercanos y con rápida respuesta para disminuir la alta dependencia asiática.
Este cambio se ha dado como consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que comenzó hace dos años, y que se profundizó con los efectos comerciales que produjo la pandemia del covid-19.
“La guerra comercial se ha traducido en un recorte de -28% en las importaciones estadounidenses de bienes para consumo final desde China, pero el recorte asciende a -43% para bienes intermedios. Parte de esa producción se ha trasladado a otros países asiáticos pero hemos visto que las empresas de Estados Unidos buscan producir más cerca de su país para reducir costos y el tratado de libre comercio facilita y da reglas claras para que Colombia sea plataforma exportadora”, explicó María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia.
Agregó que “a la necesidad de las empresas de tener un costo competitivo se agrega el riesgo y la resiliencia que obligan a compradores, en particular de Estados Unidos a mirar diferentes opciones de proveeduría, en donde el costo sea competitivo, pero también lograr reducir la vulnerabilidad en momentos de crisis económicas, políticas o de salud. Si a lo anterior le sumamos que estos cambios se ven acentuados por la pandemia del covid-19 donde la recuperación del comercio mundial se dará en productos diferentes y ocurrirá en países distintos a los tradicionales, Colombia tiene grandes oportunidades para aprovechar”.
Sergio Díaz-Granados, director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para Colombia y Perú, sostuvo en un diálogo con empresarios de AmCham Colombia, que desde la entidad se ha visto como se fortalece el concepto de “Made in the Americas” y desde el 2019 “según reportes de muchas de las consultoras se ve que hay un regreso de la inversión, es un momento que está pasando y allí el BID ha hecho una reflexión y referencia de cómo movernos de estas cadenas globales de valor a cadenas regionales de valor que permitan conectar la región con los centros de consumo más grandes, en este caso de Estados Unidos y Europa”.
Además del TLC con Estados Unidos, dentro de las ventajas que tiene Colombia como destino de nearshoring hacia es país se encuentran la confianza y reconocimiento por parte del empresariado de EE.UU. a las empresas colombianas, la cercanía geográfica, el huso horario similar, afinidad cultural y los avances tecnológicos y de comercio de los últimos años.
De acuerdo con el Banco de la República, la inversión de Estados Unidos en Colombia, en el primer trimestre de 2020 aumentó 35,8% al llegar a los US737,1 millones frente a US$542,7 millones de mismo período de 2019, siendo el principal inversionista extranjero en el país.
Según la Cámara de Comercio Colombo Americana históricamente la inversión de Estados Unidos en Colombia, además del sector minero energético, llega principalmente a sectores de servicios financieros, manufactura y comercio textil y confección.
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