Como preocupante calificó Pedro Marún Meyer, presidente de Fenalco Nacional, la posibilidad de cambiar el régimen de IVA que hoy se aplica tanto a la cerveza como a las bebidas no alcohólicas (gaseosas, jugos, tes, yogures, leches saborizadas, entre otras), medida que se estudia en el marco de ajustes al proyecto de Ley de Financiamiento. Hoy tanto las cervezas, como las gaseosas son gravadas con el IVA pero bajo el régimen monofásico, es decir, lo paga el productor antes de su distribución. La propuesta consiste en volverlo plurifásico y los tenderos serían responsables de IVA, con todo lo que esto implica: inversiones en tecnología, obligación de facturar, contratación de un contador, más los riesgos sancionatorios que corren por no declarar y pagar. El pequeño comercio no tiene los medios para implementar la medida.
Por eso en países como Brasil el régimen es monófasico y anticipa una utilidad presunta de los distribuidores, lo que garantiza el recaudo efectivo. De acuerdo con un informe de Fenaltiendas, los tenderos del país reducirían en 12% las ventas, solo por el impuesto adicional a bebidas azucaradas.
Así mismo, de cambiarse el régimen para cervezas, las ventas de estos microempresarios bajarían entre un 8 y un 10% adicional, para un acumulado superior al 20%. Esta cifra impactaría gravemente, en las de por sí débiles, finanzas de los tenderos, advirtió el Presidente de Fenalco, si se tiene en cuenta que un tendero gana en promedio al mes unos $832.000. Con la reducción esperada en las ventas se ganaría $666.000, un monto bastante inferior al salario mínimo legal. "Hemos sido enfáticos desde el gremio, en que es necesario tener cuidado con las medidas que afecten al pequeño comercio y que no permitan su formalización. Esta iniciativa afectaría de manera directa a los más de 700 mil tenderos que atienden al consumidor en todo el territorio nacional y a las más de un (1) millón de familias que dependen de ellos", afirmó Marún Meyer. "De aprobarse semejante propuesta, interesante desde el punto de vista técnico, pero casi que impracticable en la vida real, olvidémonos de la posibilidad de vincular a la corriente tributaria y a la formalización a miles y miles de pequeños comerciantes y de microempresarios de diversos sectores como peluqueros, talleres de reparación, cafeterías, restaurantes populares tipo corrientazo.
Si el monotributo contemplado en la Reforma Tributaria anterior fracasó estruendosamente, pues con esta propuesta de extender el cobro del IVA a toda la cadena que interviene en el proceso de llevarle al consumidor la cerveza y los refrescos, lograr que los tenderos ingresen al universo tributario será imposible"
"Independientemente de las supuestas bondades de gravar más intensamente esta clase de productos, lo cierto es que el aumento del IVA en este caso será de muy difícil materialización y si se pudiera aplicar tal como lo consigna el espíritu de la propuesta, disminuiría aún más la calidad de vida de los microempresarios. Convendría que aquellos que quieren sacar adelante esta propuesta en el marco de la Ley de Financiamiento, conocieran la realidad de barrios populares de ciudades como Villavicencio, Túquerres, Pamplona o de cualquier municipio o vereda del país, para que puedan comprobar las condiciones de precariedad con que operan los tenderos para procurarse unos ingresos que escasamente le alcanzan para soportar dignamente su condición de pobreza", puntualizó Marún Meyer.
Finalmente, el dirigente advirtió sobre los efectos inflacionarios de la medida en caso de aprobarse en el Congreso, como quiera que las gaseosas y el resto de bebidas azucaradas, así como la cerveza, forman parte de la canasta familiar de los colombianos, observándose un mayor peso relativo en los estratos populares.
Agregó que afectar el ingreso de los consumidores de bajos ingresos y menguar la rentabilidad de los tenderos constituyen "palos a la rueda de la batalla contra la pobreza".
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