Tras analizar cómo ha cambiado el modelo de negocio de la construcción en los últimos 40 años y analizar las políticas oficiales, Claudia Samper, gerente general de Arpro S.A., se declaró optimista sobre la dinámica del sector de la construcción de aquí a cinco años.
En el marco de la celebración de los 40 años que cumple la firma pionera en Colombia en varios aspectos como la utilización de los elevadores de carga para la construcción de edificios en altura, el desarrollo de urbanizaciones construidas con sistemas industrializados, ser fundadora del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible y haber construido la sede corporativa de Novartis, primer edificio que obtuvo certificación LEED en Colombia Categoría Plata, el directivo se refirió a este y otros aspectos.
Fundada en 1978 por Nayib Neme y José Carlos Matamala, hijos de inmigrantes de distintas procedencias (Líbano y España) pero con la misma herencia de esfuerzo y trabajo, Arpro es hoy una firma que le aporta a la innovación y evolución de la construcción en Colombia.
“La construcción está iniciando un ciclo ascendente para el cual esperamos se mantengan políticas que dinamizan el sector como los subsidios a la tasa, los beneficios tributarios para sistemas de eficiencia energética, etc. El sueño para los próximos cinco años, es consolidar proyectos de renovación con usos múltiples. Creemos que el surgimiento de proyectos de envergadura que integren vivienda, oficinas, servicios, educación, salud y recreación, generando espacio público en entornos sostenibles, respetando la estructura ecológica principal, es el futuro deseable para las ciudades colombianas”, manifestó la empresaria
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¿Qué procesos de innovación han desarrollado?
Claudia Samper: Arpro maneja el control de la programación de la obra mediante modelos 4D, modelo tridimensional del edificio ligado con la programación. Lo que antes era un modelo abstracto representado con diagramas de barras, ahora es cada uno de los componentes del edificio, ligado a sus fechas de ejecución. De esta manera el equipo de la obra, todos los profesionales y técnicos involucrados e incluso el cliente y los usuarios, pueden interactuar y entender el programa, estudiar la logística y las secuencias de construcción y sugerir ajustes de acuerdo con las prioridades de entrega.
También desarrollamos un sistema de administración de documentación llamado Sala Digital con capacidad de vincular gran cantidad de documentos, garantizando la distribución oportuna, la actualización permanente y la disponibilidad inmediata. Esto permite tener construcciones “sin papel”, información en línea para los maestros de obra y contratistas, quienes utilizan tabletas en su trabajo diario, minimizando el tiempo de consulta y la solución de las dudas que se presentan en campo.
¿Cuál es su visión de la seguridad en la seguridad en la construcción?
CS: Tanto en seguridad de las edificaciones como en la seguridad en el trabajo de la construcción se ha avanzado enormemente en las últimas décadas. En edificaciones las normas sismo resistentes de Colombia (Decreto 1400/84, Ley 400 de 1997, NSR-98, NSR-10 Ley 1796 de 2016) no solo contemplan la respuesta estructural del edificio ante un movimiento telúrico sino las vías de evacuación, los sistemas de extinción de incendio, la fijación de elementos no estructurales y otros aspectos adicionales de seguridad humana que garanticen que las edificaciones sean más seguras para los habitantes.
Por otro lado, las normas de protección social son cada vez más rigurosas. En Arpro los proyectos cuentan con sistemas de andamios certificados, elevadores de carga para edificios en altura (Arpro fue pionera en su uso durante la construcción del edificio de Sudameris), plataformas de protección, mamparas exteriores para peatones y otros muchos sistemas que garantizan la seguridad y salud en el trabajo. Adicionalmente, hemos desarrollado sistemas de protección para los mamposteros que surgieron por iniciativa de los mismos trabajadores, y que reflejan los círculos de calidad continua que hacen parte del ADN del grupo industrial al que pertenecemos.
Por su asociación con empresas extranjeras como EllisDon (Canadá), en la construcción de Atrio, Arpro ha conocido y aplicado elementos de seguridad que se adoptan a los materiales y costumbres locales como es el caso de los rodapiés, unos pequeños elementos que se instalan en los pisos durante la construcción y que evitan el rodamiento de objetos y su eventual caída.
Sostenibilidad en la construcción, ¿cómo hacer de esto una realidad?
CS Somos optimistas sobre el impacto que va a tener en la construcción sostenible la Resolución 585 de 2017 y 463 de 2018 y el estatuto tributario con beneficios fiscales para quienes contemplen el tema ambiental en sus proyectos. Es algo que va a redundar en la sociedad completa.
Arpro es pionero en el tema de sostenibilidad en la construcción. La empresa fue fundadora del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible y construyó la sede corporativa de Novartis de Colombia, primer edificio que obtuvo certificación LEED en Colombia Categoría Plata. Estamos en capacidad de desarrollar cualquier certificación de sostenibilidad en construcción como LEED, Casa Colombia, Edge o Living Building Challenge.
¿Cómo ha cambiado el modelo de negocio de la construcción en los últimos cuarenta años?
CS: En vivienda, durante los últimos 40 años, hemos visto una evolución positiva. Fuimos pioneros en el desarrollo de urbanizaciones construidas con sistemas industrializados, que por primera vez ofrecían en sus zonas comunes y de cesión diversos servicios para la comunidad como parques temáticos, salas de lectura, guarderías, piscina, zonas deportivas, zonas húmedas, etc.
A partir del año 91 surgieron los subsidios a la vivienda y se propició el auge de desarrollos VIS que ha sido continuo y que ha permitido que miles de colombianos accedan a vivienda propia, mejorando sensiblemente su calidad de vida. Otro impulso al sector ha sido un subsidio a la tasa de interés en los créditos para la adquisición de vivienda nueva que ha permitido a familias de ingresos medios comprar su vivienda. Ojalá estos incentivos se mantengan porque dinamizan a un sector como la construcción que genera empleo y mueve la economía.
En oficinas, uno de los mayores cambios en el modelo de negocio surgió en el año 2004 con la constitución de primer patrimonio de inversión inmobiliaria, que atendía a su vez la necesidad de los fondos inversión de conformar portafolios de renta de mediano y largo plazo. Este vehículo de desarrollo de inmuebles favoreció el mercado de oficinas que triplicando el número de metros cuadrados disponibles (de 900 mil a 2.6 millones de m2) y especialmente mejorado la calidad de las edificaciones haciendo atractivo el país para el establecimiento de empresas que requieren una base en Latinoamérica.
El uso múltiple (vivienda, comercio, servicios) es un modelo de negocio que el mundo ha sido exitoso y en Colombia que se ha desarrollado con las fiducias y específicamente con fiducias de propiedad única a través de grupos de inversión que ven en la construcción de proyectos múltiples una oportunidad para maximizar sus rendimientos.
Ciudades como Bogotá dependen de la renovación urbana, ¿Cuál ha sido su participación?
CS: Estamos convencidos en la importancia de los proyectos de renovación, ya que permiten recuperar retazos de la ciudad y convertirlos en proyectos mixtos que integren vivienda, oficinas, servicios, educación y recreación, generando nuevo espacio público en entornos sostenibles. En el caso de Bogotá, con la expedición del decreto 621 de 2017 hemos encontrado la oportunidad de desarrollar proyectos de renovación de la mano de las comunidades de vecinos, actualmente trabajamos en un proyecto de renovación en el barrio El Polo.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de las políticas oficiales de Vivienda en estos 40 años?
CS: La actividad de construcción, requiere del decidido apoyo de las políticas del Gobierno Nacional y de las administraciones locales. Los subsidios a la vivienda VIS, los subsidios a la tasa de interés, conocidos como Frech (Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria) han sido dinamizadores de la actividad. Las normas recientes para construcciones sostenibles serán sin duda un aliciente virtuoso para que la actividad de construcción mitigue los impactos contra el medio ambiente.
Lo peor ha sido la demora en la expedición y/o actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) de los diferentes municipios, así como la falta de articulación entre ellos con las normas ambientales de orden nacional. Este es un gran reto para los municipios y la nación.
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