A partir del 22 de marzo, Ecuador permitirá el ingreso por vía aérea de extranjeros que tengan el carné que acredite que recibieron las dosis completas de la vacuna contra el COVID-19, sin necesidad de contar con una prueba PCR negativa, informó el Ministerio de Turismo.
"El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional aprobó nuevos lineamientos para el ingreso a Ecuador por vía aérea, que regirán desde el próximo lunes 22 de marzo (…) Los viajeros que tengan el carné que acredite que recibieron las dosis completas de la vacuna contra el COVID-19, podrán entrar al país sin necesidad de contar con una prueba PCR negativa", dijo el ministerio en un comunicado. Las personas que no estén vacunadas deberán presentar de manera obligatoria una prueba PCR negativa realizada como máximo hasta tres días antes del arribo.
Con anterioridad se exigía la PCR realizada hasta 10 días antes del arribo al país. Otra alternativa que tendrán los viajeros para ingresar a Ecuador es presentar una prueba de antígeno negativa efectuada tres días antes de la llegada. Solo los menores de dos años, los viajeros que se hallen en tránsito hacia otros países y los tripulantes de las líneas aéreas, están exentos de presentar el certificado de vacunación, o una prueba PCR o de antígenos negativas. El gerente de la Corporación Quiport, administradora del aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito, Luis Galárraga, dijo que el nuevo protocolo se aplicará en todos los puntos de entrada aéreos al país andino.
Turismo de vacunados Según el viceministro de Turismo, Ricardo Zambrano, el nuevo protocolo permitirá atraer a Ecuador el turismo de personas que han sido vacunadas. "Si se toma en cuenta las cifras a nivel mundial, hay 83 millones de vacunados, y los mercados estratégicos que recibe Ecuador de turismo internacional tienen una tasa de vacunación bastante alta", dijo Zambrano a medios locales. En particular se refirió a Estados Unidos, donde se estarían vacunando cada día 1,3 millones de personas. De acuerdo con estadísticas oficiales, las pérdidas del sector turístico bordean los 1.200 millones de dólares por la contracción de la demanda y el consumo, debido a la pandemia del COVID-19.
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