La economía de Estados Unidos se contrajo en 32,9% en el segundo trimestre, según reportó el Departamento de Comercio.
Este es el peor descenso desde la Gran Depresión, y a juicio de especialistas, la pandemia de coronavirus puso freno al gasto de los consumidores.
Los economistas habían pronosticado un descenso ligeramente mayor del 34,1% tras el descenso del 5% registrado en el primer trimestre.
Ha sido la caída más pronunciada de la producción desde que el Gobierno comenzara a recoger estos datos en 1947.
Repunte de mayo
Aunque la actividad económica comenzó a repuntar en mayo al aliviarse las restricciones destinadas a prevenir la propagación del virus, el impulso se frenó ante un resurgimiento de los casos, particularmente al sur y al oeste del país, lo que ha llevado a varios estados a detener o revertir las medidas de reapertura.
La Reserva Federal reconoció el miércoles que las previsiones económicas dependerían de la trayectoria del virus.
"La actual crisis de salud pública lastrará mucho la actividad económica, el empleo y la inflación a corto plazo, y plantea riesgos considerables para las previsiones económicas a medio plazo", explica la Fed.
Al mismo tiempo, el Departamento de Trabajo informaba de que el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo de Estados Unidos aumentó hasta 1,434 millones durante la semana que concluía el pasado 25 de julio, frente a la cifra revisada al alza de 1,422 millones de la semana anterior, poniendo de manifiesto las preocupaciones en torno a la desaceleración de la recuperación económica.
Segundo aumento semanal consecutivo
El número de solicitudes recurrentes de subsidio por desempleo, que se publican una semana después de las solicitudes iniciales, aumentó inesperadamente hasta 17,018 millones. La cifra de la semana anterior también se revisó a la baja hasta 16,151 millones.
Los informes llegan en un momento en que millones de estadounidenses desempleados van a perder el suplemento semanal al beneficio por desempleo de 600 dólares el sábado, cuando expira parte de un histórico paquete de ayuda gubernamental de casi 3 billones de dólares.
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