En el segundo trimestre del 2020 el gigante tecnológico chino Huawei arrebató el título de mayor vendedor de teléfonos inteligentes a la surcoreana Samsung. Este cambio en el equilibrio de fuerzas del mercado global de 'smartphones' pone de relieve la resistencia de China frente a los actuales desafíos.
En particular, Huawei vendió 55,8 millones de dispositivos entre abril y junio, superando los 53,7 millones de teléfonos que fueron comercializados por Samsung, calcularon los analistas de la empresa de investigación Canalys. Actualmente el gigante chino se enfrenta a dos desafíos: la reducción de la demanda global provocada por la pandemia y la imposición de las sanciones de EEUU que han interrumpido sus negocios en el extranjero.
La empresa logró aumentar sus ventas gracias a su creciente dominio en el mercado interno. Ahora, Huawei vende casi dos tercios de sus teléfonos móviles en China, que fue la primera en sufrir el golpe de la pandemia. Mientras tanto, los fabricantes que dominan los mercados en otros países siguen sufriendo daños por el aumento de nuevos casos de COVID-19.
"Nuestro negocio ha demostrado una resistencia excepcional en estos tiempos difíciles", destacó un portavoz de Huawei citado por la agencia Reuters.
En el segundo trimestre las ventas de la empresa a nivel mundial cayeron un 5% respecto a las del mismo trimestre del 2019, mientras que Samsung registró un desplome del 30% debido a la débil demanda en mercados clave como Brasil, Estados Unidos y Europa. Sin embargo, en el mismo periodo las ventas nacionales crecieron un 8%, frente al hundimiento del 27% de los envíos al extranjero.
El liderazgo de Huawei puede acabar siendo efímero una vez que otros mercados se recuperen de la pandemia, comunicó a la agencia un empleado de alto rango de la empresa china. Mientras tanto, en Samsung esperan que la demanda de teléfonos inteligentes vuelva a recobrar fuerza en la segunda mitad del año. Además de la reducción de consumo global, Huawei fue sujeta a las sanciones de EEUU, que bloqueó eficazmente la posibilidad de la empresa china de usar los servicios de Google. De esta manera el país norteamericano dañó el atractivo de sus dispositivos en el extranjero y limitó su acceso a los chips cruciales necesarios para el despliegue de las redes 5G.
La agencia de calificación S&P Global Ratings calculó que las últimas restricciones impuestas a Huawei podrían reducir los ingresos de varias empresas con sede en Asia en 25.000 millones de dólares.
A su vez, Huawei todavía no ha evaluado públicamente qué impacto económico podrán tener estas restricciones sobre sus operaciones. Sin embargo, desde la empresa han rechazado en repetidas ocasiones las acusaciones de espionaje que sirvieron de motivo en EEUU para imponerlas.
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