El informe ‘El impacto de la COVID-19 en las mujeres trabajadoras de Colombia’, publicado hoy por la Organización Internacional del Trabajo - OIT y ONU Mujeres, advierte que la pandemia significó un retraso considerable en lo ganado en empleabilidad para las colombianas. El reto: incluirlas efectivamente para avanzar en el cierre de la brecha laboral.
‘El impacto de la COVID-19 en las mujeres trabajadoras de Colombia’ advierte que el efecto solamente de los tres primeros meses de confinamiento en el mercado de trabajo en Colombia fue equivalente a perder el número de empleos femeninos generados en los últimos 11 años.
Ahora el país enfrenta el desafío de revertir los impactos. En la búsqueda por lograr un retorno seguro a la normalidad, el proceso de inmunización se adelanta en Colombia con las más de 500 mil vacunas que han llegado al país y diversas medidas restrictivas han cesado brindando, entre otras, la posibilidad de un retorno a las aulas en modalidad de alternancia, una medida que más allá de sus efectos sobre el proceso educativo, resulta esencial para facilitar el regreso de las mujeres al mercado de trabajo, como lo señala el informe.
Según las estadísticas más recientes del DANE con respecto al año 2020 mientras las mujeres dedicaban 26,4 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado, los hombres dedicaban 11,3 horas, 15 horas menos.
El cierre de los establecimientos educativos, jardines infantiles y otros servicios de cuidado durante el confinamiento recargó todavía más las responsabilidades de las mujeres en el hogar, llevándolas incluso a sacrificar parcial o totalmente su realización laboral para dedicarse a las labores de cuidado.
Una situación a la que se suman otros factores como el efecto de la crisis sobre las actividades económicas intensivas en trabajo femenino, la reducción de la jornada laboral, la brecha salarial, entre otros, razones por las que el informe recoge propuestas para una reactivación del empleo con enfoque de género.
Rescatar modalidades de empleo como el trabajo en casa, tan extendido a causa de la pandemia, y despenalizar la creación de empleo a tiempo parcial, ambos bajo condiciones de trabajo decente, son algunas de las recomendaciones que la OIT y ONU Mujeres hacen a través del informe para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral.
Alternativas que en medio del confinamiento han demostrado ser altamente productivas, además de favorecer el bienestar de los y las trabajadoras. Lo anterior, favoreciendo formación para el trabajo que reduzca la brecha digital por la que muchas mujeres se ven marginadas de oficios asociados a la virtualidad, así como también incentive su vinculación a formación para trabajos tradicionalmente masculinos.
Una apuesta que en los municipios del país se puede potenciar mediante la articulación de todos los agentes del territorio.
Si bien los Estados se han venido adaptado a esta nueva realidad de manera innovadora, y en particular, muchas empresas enfrentan situaciones muy complejas para mantener o recuperar sus actividades económicas y sus niveles de productividad, lo que ha implicado no solo adecuarse a elementos de teletrabajo, de comercio electrónico, de condiciones de bioseguridad y logística nuevas para la operación, sino también en ajustar sus modelos de vinculación de personal y de relaciones con su cadena de proveedores.
Un ejemplo de cómo Colombia ha avanzado a favor de la reactivación económica de las mujeres, es precisamente algunas políticas establecidas por el Gobierno Nacional en respuesta a los impactos generados por la pandemia, como la nueva ley de emprendimiento, el informe destaca la posibilidad de promover iniciativas empresariales femeninas a través de su priorización en los procesos de contratación pública; también los Pactos por el Crecimiento y la Generación de Empleo podrían incorporar metas e incentivos que favorezcan la incorporación de las mujeres, tanto en sectores tradicionales como en actividades y oficios no tradicionales.
Estas son solo algunas de las recomendaciones que recoge el informe en materia de recuperación del empleo femenino en el país y que se suma al llamado de ONU Mujeres de redoblar los esfuerzos por la Generación Igualdad, una iniciativa que este año enfatiza la necesidad de que la reactivación económica se base en elementos de eficiencia y competitividad con justicia e inclusividad para escuchar las necesidades de las mujeres, entender sus desafíos y encontrar las soluciones que le permitan a esta otra mitad de la población verse representadas en el escenario de reactivación económica ante la Covid-19.
El llamado: hacer a las mujeres partícipes de las conversaciones y espacios de toma de decisión, permitirá evitar las desigualdades entre hombres y mujeres, promoviendo políticas económicas y sociales que contribuyan a crear economías más fuertes y sociedades más sostenibles e igualitarias desde el punto de vista de la igualdad de género
Comments