Con los cambios que se han tenido que establecer a raíz de la pandemia, las “nuevas formas de trabajar” como el homeoffice, las reuniones virtuales, la interacción de responsabilidades del trabajo, de la casa y de los hijos en un mismo espacio, la búsqueda del equilibrio se ha convertido en prioridad y el uso de diferentes plataformas digitales para cumplir con los objetivos de las compañías son herramientas protagónicas que han permitido no solo mantener algunas economías, sino reactivarlas.
Sin duda, después de esta pandemia no seremos los mismos, y la forma de trabajar tampoco, pensando en positivo los tiempos en desplazamiento se han invertido para mejorar la productividad, esta es una oportunidad, para mejorar lo que se viene haciendo y funciona y cambiar definitivamente lo que no.
Los avances en el uso de soluciones disruptivas y tecnológicas emergentes para impulsar los modelos de negocio y a las economías han llegado desde hace varias décadas como un invitación de competitividad y posicionamiento para las empresas en latinoamérica, actualmente es casi que una obligación hacerlo.
La criptografía y la inteligencia artificial son tecnologías muy valiosas en esta época para mitigar los efectos de la pandemia en las organizaciones. Según el Ministerio de las TICs, en Colombia el 1,8 % de las empresas han implementado Inteligencia artificial en sus procesos, dándoles más alternativas y soluciones a los consumidores, expertos aseguran que la AI es una herramienta que ayudará a mejorar los procesos de las empresas junto con la criptografía.
Actualmente hay poco conocimiento del tema y a raíz de esto se limitan a procesos como implementar la factura electrónica y/o vender online, la transformación puede ser más profunda desde los procesos básicos de una empresa: (pagos de nómina, pagos de proveedores etc) funciones que se podrían mejorar, simplificar y hacer más seguras poniendo en marcha tecnologías criptográficas, que un principio se asocia exclusivamente para casos militares, de gobierno y no, estas se pueden poner en marcha en cualquier empresa de cualquier sector económico.
En el caso de los profesionales ya graduados, con años de experiencia, quizás ahora mismo instalados en su propia “zona de confort” de ingresos regulares en mercados establecidos, “deben pensar seriamente en el impacto que las tecnologías como la inteligencia artificial y criptografía van a tener en su zona de confort. En la 4RI tendrán oportunidades sólo aquellos profesionales que tengan la capacidad de desaprender y volver a aprender nuevas formas de trabajar”. Afirma Milton Quiroga, gerente Cyte.
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