China y EEUU celebraron consultas sobre los resultados de la primera fase del acuerdo comercial. Según el analista chino Li Kai, no es una mala señal. El experto opinó que la guerra comercial entre los dos países está terminando.
El negociador comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro de ese país, Steven Mnuchin, mantuvieron el pasado 25 de agosto una conversación telefónica con el vice primer ministro de China, Liu He, sobre la primera fase del acuerdo comercial sellado en enero de este año. Inicialmente, las negociaciones estaban programadas para mediados de agosto, pero se pospusieron a iniciativa del presidente de Estados Unidos. Los analistas señalaban que Trump apostaba por buscar un enemigo externo para distraer a los votantes de los problemas internos en vísperas de las elecciones presidenciales.
En los últimos meses, las autoridades estadounidenses han seguido una política de aumento de las tensiones con China. Se impusieron sanciones a los funcionarios chinos en relación con la nueva ley de seguridad nacional de Hong Kong, y también por la situación en Xinjiang. Además, EEUU introdujo nuevas medidas restrictivas contra Huawei, y prohibió TikTok, WeChat y algunos otros servicios chinos de internet en su territorio.
Todos estos acontecimientos infundían poco optimismo sobre el éxito de las futuras negociaciones comerciales entre los dos países. Pero las conversaciones telefónicas finalmente se celebraron. Y esto no es una mala señal, opinó Li Kai, experto de la Universidad de Shanxi de Economía y Finanzas.
"Ambas partes aprovecharon la oportunidad para resumir la experiencia adquirida y compartir sus opiniones para avanzar en la aplicación del acuerdo. No creo que esto sea una señal de una mejora en las relaciones entre China y EEUU. Pero muestra que las relaciones económicas y comerciales son relativamente estables, y que la parte estadounidense no quiere crear problemas en esta área", comentó.
Algunos expertos suponían que las consultas también abarcarían las sanciones de EEUU contra WeChat, TikTok y Huawei. Sin embargo, tanto Estados Unidos como China emitieron informes muy breves sobre las conversaciones que no mencionaban estos temas. Según el comunicado de la oficina comercial norteamericana, los países hablaron de un aumento significativo de las compras chinas de productos estadounidenses dentro del acuerdo, de las reformas estructurales en China para proteger la propiedad intelectual y la tecnología estadounidenses, así como de la eliminación de las barreras a las empresas estadounidenses que operan en el mercado chino en los sectores financiero y agrícola.
Según los términos del acuerdo comercial de la primera fase, Pekín se comprometió a importar productos agrícolas estadounidenses por 50.000 millones de dólares anuales y otros bienes del país norteamericano por un total de 200.000 millones durante los próximos dos años, a cambio de la abolición de los aranceles impuestos a los productos chinos. Sin embargo, la pandemia de coronavirus y la consiguiente recesión económica en todo el mundo afectaron estos planes. El Instituto Petterson de Economía Mundial estima que en junio China importó solo 48.500 millones de dólares de productos estadounidenses. Al mismo tiempo, durante el mismo período, China compró a EEUU un 17% de recursos de energía previstos para este año. Algunos medios expresaron en varias ocasiones el temor de que China no pueda cumplir todas sus obligaciones en virtud del acuerdo debido a causas de fuerza mayor relacionadas con la pandemia.
Li Kai, mientras tanto, aseguró que China tiene previsto cumplir plenamente todas sus obligaciones.
"China tiene dos años para cumplir estas condiciones. Y aunque este año está afectado por la epidemia, podemos aumentar las adquisiciones el próximo año para que el acuerdo no se convierta en otro tema irritante en las relaciones bilaterales. O al menos para que China no sea responsable del colapso del acuerdo", comentó.
Las autoridades chinas pidieron a las empresas que en 2020 operen teniendo en cuenta la necesidad de aplicar el acuerdo. Según el Departamento de Agricultura de EEUU, los importadores chinos están aumentando las compras de soja y este mes firmaron un contrato récord de 408.000 toneladas para comprar maíz estadounidense. Además, el volumen récord de suministro de petróleo crudo a China está previsto para septiembre: 19 petroleros están esperando para cargar. Pero la cuestión más importante es si el acuerdo comercial tiene un futuro a la luz de las próximas elecciones. Sería lógico suponer que si Trump es elegido de nuevo, su política hacia la separación económica de China continúe.
"En el caso de Trump, es difícil hacer predicciones en general. Si Biden gana, es probable que haya un enfoque en normalizar las relaciones económicas. Y el acuerdo comercial será irrelevante", dijo Li Kai.
El experto señaló que "Trump piensa que la segunda fase de las negociaciones y el acuerdo no tiene sentido. Y Biden dice que detendrá la guerra comercial. Así que ahora, la segunda fase del acuerdo es algo muy ilusorio".
Según Li Kai, la guerra comercial entre Estados Unidos y China está terminando.
"La guerra comercial está llegando a su fin. La situación epidemiológica en Estados Unidos sigue siendo difícil, la economía no crece como antes. Tal vez la situación económica en EEUU es aún peor ahora que la de China. Así que EEUU ya no tiene las mismas oportunidades y confianza para continuar la guerra comercial. Personalmente yo creo que la guerra comercial está casi terminada y apenas habrá nuevas negociaciones en el futuro", concluyó el analista chino.
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