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Foto del escritorAlfonso Aya

Ética y gobierno corporativo, en el Foro de ICONTEC



Durantde el ‘XII Foro de Calidad ICONTEC, una apuesta del presente para el futuro’, realizado en Cartagena en donde la temática de gobierno corporativo fue uno de los ejes centrales dentro del propósito de la entidad de incentivar y dar a conocer al sector empresarial las tendencias y novedades mundiales en temas relacionados con la gestión y la calidad.

Es por esto que el Centro de Gobierno Corporativo del CESA (CEGC) se hizo presente en el panel de apertura en representación de la academia. Este estuvo moderado moderado por Carlos Julio Cuartas, ex decano de la facultad de ingeniería civil de la Universidad Javeriana; y contó con la participación de Juan Pablo Uribe Restrepo, Ministro de Salud; Mauricio Reina Echeverry, Presidente de la junta directiva del Grupo Nutresa; Néstor Rodríguez Ardila, Director - Caja de Compensación Familiar Compensar; Stefan Larsson, Consultor Sueco en temas de gestión de la calidad con enfoque de sostenibilidad, y María Andrea Trujillo Dávila, Directora de Investigación del CESA y co-directora del CEGC.

La conversación construida por los panelistas ofreció una discusión respecto a la definición general de lo que enmarca un sistema de gobierno corporativo: cuándo se debe construir, para qué sirve y cuáles son las diferencias sustanciales según la naturaleza de la compañía.

Si bien desde el CEGC se reconoce que el concepto de gobierno corporativo es antiguo, el término es relativamente contemporáneo.

Para hacer sencillo el concepto y retomando un ejemplo de CAF, hay que tomar en consideración dos aspectos críticos que todo empresario debe definir con el fin de llevar a cabo la gestión de la empresa. Primero, quiénes van a acompañar al empresario en materializar su idea (quienes estarán a bordo), y quiénes y cómo se tomarán las decisiones en la compañía. Así, el gobierno corporativo se trata de cómo se dirige y controla una organización. De todas las definiciones que se pueden encontrar sobre gobierno corporativo, quizás esta sea la más sencilla y clara. Sin embargo, se presta para cierta ambigüedad. ¿Por qué? Porque la dirección de una organización incluye temas operativos y estratégicos. Decisiones que se toman sobre la marcha y decisiones que atienden los objetivos de largo plazo y el propósito para el cual se crea la organización. Por tanto, una primera claridad fundamental en esta discusión es que el gobierno corporativo se trata de toma de decisiones estratégicas y no operativas. Y esto se puede entender mejor si se identifican los actores que hacen parte de la triada del gobierno corporativo: claramente los dueños, accionistas o socios -en primera medida-; segundo, el gerente con su equipo, y tercero, los miembros de un órgano colectivo de decisión que generalmente se conoce como junta directiva, encargada de asesorar y supervisar las acciones del gerente. El sistema de gobierno corporativo se hace más o menos robusto dependiente del tamaño y complejidad de la organización, pero sus actores son aquellos encargados del direccionamiento y la implementación estratégica en la organización.

Ética debe trascender los códigos

Otro aspecto fundamental discutido estuvo relacionado con la importancia de la ética en las organizaciones, componente de buen gobierno.

Un sistema de gobierno corporativo está conformado no solo por la junta directiva, el ambiente de control, las prácticas de revelación y transparencia, y el trato equitativo a los socios o accionistas. Un aspecto clave es el compromiso con el buen gobierno, que tradicionalmente se evalúa analizando los diferentes códigos y reglamentos que establece la junta directiva, como el código de buen gobierno y el código de ética, buscando evidencia del compromiso de la organización con las buenas prácticas, con el comportamiento ético y el control al comportamiento interesado y el conflicto de interés.

Sin embargo, la ética debe trascender los códigos e imbricarse en la cultura de la organización.

En ocasiones, las empresas escriben códigos de ética que pretenden gobernar el comportamiento de todos los empleados, pero la mayoría de ellos no los entienden por su lenguaje técnico, ni los conocen y, por ende, no los apropian.

Cuando las organizaciones entienden la importancia del “tono desde arriba”, se preocupan más por enseñar con el ejemplo. Los líderes en la organización son portadores de cultura y su comportamiento es adoptado como guías de conducta por sus colaboradores.

Las investigaciones en comportamiento organizacional demuestran que en las organizaciones en las que las personas cometen fraude, este se convierte en una pandemia. ¿Cómo? Cuando alguien observa un comportamiento que no es ético puede replicar el comportamiento por cohesión o equivalencia. La cohesión se da cuando dos individuos interactúan frecuentemente, por lo que es más probable que presente actitudes y comportamientos similares. Equivalencia se refiere a que dos individuos en posiciones similares en una organización tienden a compararse e imitar el comportamiento de quienes considera sus pares. La situación, el contexto, la cultura, inciden en el comportamiento de los individuos al interior de la organización. Así, el comportamiento no ético se esparce como resultado de reacciones a un comportamiento antiético previamente observado.

El evento en general demostró la trascendencia del tema, la importancia que se le reconoce hoy en día desde actores gubernamentales relevantes, así como su alcance para el aseguramiento de la calidad en un contexto de buenas prácticas. Además, se convirtió en una oportunidad más para que el CESA muestre su liderazgo en el ámbito nacional sobre la materia.


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